El
siglo XXI pasa por una revolución y una nueva forma de ver al mundo gracias a
los medios tecnológicos, las redes sociales y las aplicaciones en línea. La
humanidad depende cada día más del internet y poco a poco las firmas han adaptado
las nuevas tecnologías para hacer propuestas novedosas y promocionarse.
Sin
embargo, junto a las nuevas corrientes surgen diversos cuestionamientos. ¿Acaso
en un futuro no muy lejano el arte se concentrará en múltiples cajas de metal o
plástico, pensadas para ser cargadas y utilizadas solamente para verse detrás
de una pantalla? ¿El arte se verá afectado por la utilización de nuevos métodos
de comunicación?
La industria está transformando cánones importantes gracias a las nuevas
formas de mostrar un producto al mundo, ya sea arte, diseño o publicidad. Esta
nueva manera de hacer las cosas cada día evoluciona e impacta más en todos los
ámbitos de la vida humana, dejando a los usuarios en un cuarto vacío pero con
una tecnología que llena completamente el espacio de imágenes, archivos y un
sin fin de gadgets que adornan un mundo que cada día parece más austero.
Comercios y establecimientos que no han podido adaptarse a las nuevas
corrientes están pasando a un segundo plano; esto se debe a que hoy día un
establecimiento que no mantiene una comunicación constante con su clientela
deja de ver poco a poco detalles que generan un rompimiento entre lo que se
pretende vender y el comprador.
La compra y venta de arte ha sufrido diversas y significativas
problemáticas debido a esto. La idea de que comprar arte es un lujo, al igual
que la moda y el diseño, cada día se aleja más de la mente del consumidor,
gracias a las nuevas tendencias que se están generando a partir de internet.
Comprar en línea puede ser un asunto delicado, pero tiene algo que ninguna
tienda departamental pone a disposición del cliente: libertad de búsqueda en
cuanto a contenido y tiempo.
Imaginemos que
deseas decorar tu casa u oficina; ves ese espacio vacío y te cuestionas: ¿que
podría quedar bien aquí?, ¿que podría llenar ese lindo rincón?, ¿que se adapta
más a mi?, ¿que me apasiona o me enamora?
Comprar una pieza
siempre será un reto. Los expertos hablan del acercamiento al arte siempre
desde una perspectiva personal, pues comprar arte siempre es mejor en vivo; esto
genera que te enamores de la pieza. Ir y encontrar la esencia de un cuadro es
una experiencia que no se compara a la que puede ofrecer el mundo digital,
¿pero qué pasa con las personas que viven ocupadas o que desean una pieza que
se encuentra al otro lado del mundo?, para ellos existen nuevas alternativas
que pueden ayudarlo a cumplir un sueño.
Sitios como Artnet
están revolucionando el mundo de las compras digitales pues es un sitio que
conecta a diversas galerías a nivel mundial y establece un enlace directo con
el coleccionista.
Las tendencias
actuales y las novedosas formas de conectarse generan cambios drásticos en la
moda, el arte, el diseño y en la forma de comunicarnos; gracias a la evolución
de las redes sociales, se producen nuevas tendencias que surgirán a nivel de la
calle, especialmente entre la gente que antes no se interesaba por estos temas,
y que ahora está empezando a vivir cambios radicales y alternativos en sus
vidas, completamente diferentes a los discursos antiguos.
La evidencia está
por todos lados, desde cómo nos comunicamos o los nuevos métodos para conocer
gente. La vida en línea será parte fundamental dentro de este marco, pues
se está generando una costumización en la forma en como queremos que nos vean.
La masificación tecnológica perpetúa todos los aspectos conocidos,
reformándolos, dejando al usuario en una libertad absoluta de cómo vivir, cómo
vestir, a quién conocer o qué comprar.
Por: Juan Pablo Sosa
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